Terapia de Pareja
La relación de pareja incide de manera determinante en nuestro bienestar. Una buena relación de pareja, aligera las complicaciones intrínsecas del mundo moderno al tiempo que nos brinda un alto nivel de satisfacción, mientras que una relación de pareja complicada, se convertirá en una constante fuente de tensión e infelicidad.
Conoce en qué consiste la terapia de pareja y cómo ésta puede ayudarte a alcanzar un mayor nivel de bienestar personal.
Introducción
Las relaciones de pareja son uno de los motivos principales por los que las personas buscan ayuda profesional, bien sea por que se sienten infelices en su relación actual, o porque se encuentran solos y quieren emprender una relación de pareja. También acuden a buscar ayuda las personas que se sienten profundamente mal por la ruptura de su relación de pareja. Pero por lejos, las relaciones de pareja son un quebradero de cabeza para los seres humanos.
La terapia de pareja tiene como propósito principal optimizar el vínculo de pareja, a través de intervenciones que buscan fomentar la auto consciencia sobre la manera como se vive la relación de pareja, a la vez que procura el desarrollo de las competencias requeridas para sostener una relación de pareja nutritiva, como son: la comunicación efectiva, el manejo de conflictos, el perdón, la confianza, el respeto mutuo, la empatía, pero sobre todo, y lo más importante, la aceptación del otro, pues no es nuestra función lograr que el otro cambie su manera de andar por el mundo. Si el otro cambia, que sea el resultado de su propio proceso personal.
En todo caso, el objetivo de la terapia de pareja es lograr el mayor bienestar de los miembros de la pareja, sea esto permaneciendo juntos (que normalmente será el primer objetivo) o separados, ya que el no continuar con la relación también es una alternativa válida y exitosa, cuando los miembros de la pareja no logran alcanzar juntos el nivel de bienestar que ambos merecen, por el solo hecho de estar en el mundo.
Por favor, tómate tu tiempo para leer el contenido de esta página, lo cual además de ayudarte a comprender en qué consiste la terapia de pareja, también te ayudará decidir si mi enfoque podrá contribuir al logro de los objetivos que buscas alcanzar en tu relación de pareja.
Si te quedase, alguna duda o inquietud, no dudes en contactarme a través del formulario de contacto ubicado al final de la página o a través de un mensaje de WhatsApp, que con todo gusto procurará darle respuesta a tu comentario en un breve tiempo.
Tabla de contenido
Introducción
Una triste historia de amor… nada original
¿Necesito terapia de pareja?
8 indicadores para saber si requieres terapia de pareja
¿En qué consiste la terapia de pareja?
¿Por qué cuesta tanto establecer relaciones de pareja satisfactorias?
- Inefectivos modelos de pareja
- Miedos
- Baja autoestima
- Altas expectativas
- Falta de límites
- Rutina
- Insatisfacción sexual
¿Qué esperar del psicoterapeuta?
Duración y costo
Testimonios
Contrato terapéutico
Claves de éxito en el proceso psicoterapéutico
Preguntas frecuentes
Contáctame
Tabla de contenido
Introducción
Una triste historia de amor… nada original
¿Necesito terapia de pareja?
8 indicadores para saber si requieres terapia de pareja
¿En qué consiste la terapia de pareja?
¿Por qué cuesta tanto establecer relaciones de pareja satisfactorias?
- Inefectivos modelos de pareja
- Miedos
- Baja autoestima
- Altas expectativas
- Falta de límites
- Rutina
- Insatisfacción sexual
¿Qué esperar del psicoterapeuta?
Duración y costo
Testimonios
Contrato terapéutico
Claves de éxito en el proceso psicoterapéutico
Preguntas frecuentes
Contáctame
Introducción
Las relaciones de pareja son uno de los motivos principales por los que las personas buscan ayuda profesional, bien sea por que se sienten infelices en su relación actual, o porque se encuentran solos y quieren emprender una relación de pareja. También acuden a buscar ayuda las personas que se sienten profundamente mal por la ruptura de su relación de pareja. Pero por lejos, las relaciones de pareja son un quebradero de cabeza para los seres humanos.
La terapia de pareja tiene como propósito principal optimizar el vínculo de pareja, a través de intervenciones que buscan fomentar la auto consciencia sobre la manera como se vive la relación de pareja, a la vez que procura el desarrollo de las competencias requeridas para sostener una relación de pareja nutritiva, como son: la comunicación efectiva, el manejo de conflictos, el perdón, la confianza, el respeto mutuo, la empatía, pero sobre todo, y lo más importante, la aceptación del otro, pues no es nuestra función lograr que el otro cambie su manera de andar por el mundo. Si el otro cambia, que sea el resultado de su propio proceso personal.
En todo caso, el objetivo de la terapia de pareja es lograr el mayor bienestar de los miembros de la pareja, sea esto permaneciendo juntos (que normalmente será el primer objetivo) o separados, ya que el no continuar con la relación también es una alternativa válida y exitosa, cuando los miembros de la pareja no logran alcanzar juntos el nivel de bienestar que ambos merecen, por el solo hecho de estar en el mundo.
Por favor, tómate tu tiempo para leer el contenido de esta página, lo cual además de ayudarte a comprender en qué consiste la terapia de pareja, también te ayudará decidir si mi enfoque podrá contribuir al logro de los objetivos que buscas alcanzar en tu relación de pareja.
Si te quedase, alguna duda o inquietud, no dudes en contactarme a través del formulario de contacto ubicado al final de la página o a través de un mensaje de WhatsApp, que con todo gusto procurará darle respuesta a tu comentario en un breve tiempo.
Una triste historia de amor…
Silvia era una chica alegre y apasionada. Después de la universidad se casó con Roberto, su novio de toda la vida. Mientras desarrollaba su carrera profesional, Silvia tuvo dos hijas. Con el tiempo el deseo de brindarle a las niñas las mejores oportunidades, hicieron que ambos padres dedicaran un esfuerzo extra a su trabajo. Las demandas laborales sumadas a las demandas familiares, hicieron que cada día la pareja se fuera distanciando, hasta el punto que solo compartían la cama… para tumbarse a dormir.
Esa cotidianidad hacía sentir a Silvia vacía y distante de todo cuanto la rodeaba. Las peleas y los gritos sustituyeron los juegos y las risas que en otros tiempos llenaron los espacios de la otrora linda pareja, hasta el punto que su matrimonio se resquebrajó.
Actualmente Roberto busca a las niñas un domingo cada 2 semanas, mientras la vida de ambos se va tornando cada vez más gris y apagada. Hoy Silvia lucha contra su depresión con un par de fármacos que le recetó su psiquiatra.
Y pensar que todo esto comenzó como una linda historia de amor…
…nada original
Lamentablemente, esta historia no es poco frecuente. Las parejas se sumergen en la cotidianidad, luchando contra un mundo que cada día les demanda más para alcanzar el tan anhelado «éxito», mientras el vínculo amoroso se resquebraja.
Muy pocas parejas son conscientes de la situación por la que atraviesan, y poco a poco se van entregando a una vida vacía, monótona, con niveles muy bajos de satisfacción, hasta que se dan cuanta que la historia de amor ha terminado. Es entonces cuando deciden buscar ayuda profesional, que siempre será de utilidad, más no siempre logrará que la pareja retome su historia de amor.
La terapia de pareja es una opción frente a los retos que confronta la pareja: falta de tiempo de calidad, insatisfacción sexual, peleas constantes, celos, infidelidad, falta de comunicación, conflictos económicos, intromisión de los padres, falta de límites, violencia física o verbal, injusta distribución de responsabilidades y una larga lista de etcéteras conforman los obstáculos que debe sortear la pareja para mantener el delicado equilibrio y crecimiento armónico que requieren sus integrantes para sostener el vínculo amoroso.
Creer que la terapia es la solución a todos los problemas de pareja es como pensar que ir a misa los domingos librará al mundo de todos sus males.
La terapia ayuda a reflexionar, a mirar las situaciones desde distintas aristas, nos permite explorar soluciones y buscar el re-encuadre de nuestras creencias para recuperar el sano equilibrio que sostiene y desarrolla el vínculo amoroso. Pero más allá de la terapia, es imperativo el cambio. Pero no el cambio forzado para satisfacer al otro, sino el cambio que proviene de un profundo proceso de introspección, en el que nuestra necesidad de bienestar y crecimiento, se conviertan en el combustible que impulse nuestro propio proceso de transformación personal.
¿Necesito terapia de pareja?
Normalmente son las mujeres las primeras en percatarse de que algo marcha mal en la relación de pareja, lo que las lleva a comenzar un periplo para convencer al hombre de la necesidad de buscar ayuda profesional.
Usualmente los hombres, «más autosuficientes» (Al menos eso nos creemos) y menos dados a profundizar en temas amorosos frente a un tercero, suelen aplicar el viejo truco de ir corriendo la arruga lo más que puedan, hasta que una crisis de grandes proporciones toma lugar y los coloca literalmente entre la espada y la pared. Es allí cuando muchas veces acceden a buscar ayuda profesional, no sin antes haber transitado un camino de pena y dolor, que a la postre puede dejar profundas heridas de lado y lado, las cuales, como toda herida, requieren de tiempo para sanar.
Si sientes que tu relación de pareja experimenta un deterioro sostenido, no dejes que el tiempo transcurra sin hacer nada, pues como con la salud, las situaciones complejas no se resuelven solas, y su desatención solo hace que los problemas se incrementen.
8 indicadores para saber si requieres terapia de pareja
Son muchos los factores que pueden llevar a una pareja a hacer terapia; sin embargo, en mi práctica profesional, éstas son las situaciones que más se repiten en las parejas antes de que finalmente decidan buscar ayuda.
Conflictividad
¿Sientes agobio por las peleas constantes por los mismos temas que no terminan de resolverse e incluso constantemente se suman nuevos temas a la cartelera?
Violencia
¿Las discusiones, a veces por temas insignificantes, se salen de control llegando a experimentar descalificaciones constantes, amenazas e incluso violencia física?
Soledad
¿Aunque compartes tiempo con tu pareja, sientes que no existe la conexión que una vez disfrutaron, lo cual te lleva a sentir una profunda y dolorosa soledad?
Mala comunicación
¿No puedes abordar temas importantes porque tu pareja siempre los evita o cuando lo hacen caen en fuertes peleas que impiden llegar a acuerdos?
Insatisfacción sexual
¿Sientes que se ha perdido el interés en la función sexual hasta el punto de que se ha hecho presente un deterioro en la calidad y frecuencia del contacto íntimo?
Desconfianza
¿Con frecuencia se presentan discusiones en las que se pone en duda la honestidad de los miembros de la pareja, incluyendo lo relacionado con la fidelidad ?
Infidelidad
¿Estás tiendo o buscando tener una relación con otra persona o has descubierto que tu pareja te fue o te es infiel y sientes que te resulta imposible pasar la página?
Dudas sobre el amor
¿Te preguntas constantemente si realmente lo que mantiene tu relación de pareja es el amor, la costumbre, la necesidad o el temor a la soledad?
¿En qué consiste la terapia de pareja?
La terapia de pareja es una modalidad dentro de la práctica psicoterapéutica cuyo objetivo es el de fomentar relaciones de pareja altamente satisfactorias, en donde el amor, el respeto, la confianza y la buena comunicación constituyan pilares fundamentales del vínculo amoroso.
El terapeuta de pareja está lejos de ser un juez que dictamine quién tiene la razón frente al conflicto, y mucho menos para determinar si la pareja debe separarse o no.
El proceso terapéutico debe fortalecer la auto-reflexión, la toma de consciencia y responsablidad, pero sobre todo la toma de decisiones que lleven a cada miembro de la pareja hacia un espacio más satisfactorio.
En líneas generales la terapia de pareja apunta hacia el establecimiento de un vínculo de pareja sano y satisfactorio, aunque no se debe descartar la disolución del vínculo como una opción que le permita, a cada miembro de la pareja, vivir de manera más plena y satisfactoria.
Para lograr los objetivos planteados en la terapia de pareja, el terapéuta deberá fomentar el aprendizaje de herramientas que le permita a la pareja resolver los conflictos que menoscaban su bienestar. En otras palabras, el proceso terapéutico no termina cuando la pareja resuelva todos sus conflictos, sino cuando aprendan a utilizar las herramientas para manejar los conflictos de forma exitosa.
¿Por qué cuesta tanto establecer relaciones de pareja satisfactorias?
Son múltiples los motivos por los que nos cuesta tanto establecer relaciones de pareja satisfactorias, por lo que no pretendo ofrecerte una lista exhaustiva de todos ellos. Lo que quiero es que observes la gran variedad de situaciones por las que una pareja puede atravesar, así que entre los que yo te nombraré a continuación y lo que tú puedas deducir de tu propia experiencia, seguramente podrás lograr una perspectiva más amplia de las dificultades que entrañan tu relación de pareja.
Inefectivos modelos de pareja
El hogar es el laboratorio de nuestras creencias. Allí, desde edades muy tempranas, construimos nuestro sistema de referencia para interpretar y entender el mundo que nos rodea. Como infantes, tenemos nuestros sentidos puestos en todo lo que ocurre a nuestro alrededor, con el único fin de aprenderlo por imitación. Es así como aprendemos a caminar, balbuceamos nuestras primeras palabras, y todo un sinfín de patrones que serán las bases de nuestro sistema de creencias, que no es más que el conjunto de afirmaciones a las que echamos mano para interpretar el mundo que nos rodea.
En el mejor de los casos, construiremos un modelo nutritivo de relación de pareja, marcado por el respeto mutuo, la comunicación efectiva, la negociación eficaz, el trabajo compartido y el amor. Lastimosamente, este nirvana afectivo no es lo más común que ocurra a nuestro alrededor, en nuestras primeras etapas de vida, donde asumiremos como válidos y sin reparos, los modelos de interrelación que se encuentran a nuestro alrededor.
Por otro lado, lo más común es que desde niños estemos sometidos a un régimen autocrático, donde nuestros padres o los adultos a cargo de nuestra crianza, dictan las pautas del bien y del mal, de lo que debemos hacer y de lo que no debemos. Dicho modelo se refuerza en la escuela, en donde los maestros dictan las pautas de lo que debemos hacer y no hacer, así como también en la iglesia, en donde la santa palabra también nos señala el bien y el mal. Y la verdad es que a esa edad, no tenemos mucho criterio para cuestionar esas creencias, que terminamos internalizando por “vía intravenosa”: directo a nuestra consciencia.
Es así como éste modelo autocrático que observamos desde niños se instala en todas nuestras relaciones, constituyendo lastimosamente, el referente en nuestra relación de pareja, a pesar de que en ese contexto resulta totalmente inapropiado, ya que en la pareja que no existe una relación jerárquica, sino una relación entre dos pares, donde al menos en teoría, cada uno tiene los mismos derechos, se genera así un alto nivel de conflictividad en el vínculo afectivo.
Miedos
En términos generales, el miedo tiene un valor adaptativo, es decir, nos previene de aquello que nos puede hacer daño, pero al mismo tiempo nos dificulta salir de nuestra zona de confort, de ese espacio metafórico de lo que nos resulta familiar y conocido, así no sea tan cómodo ni confortable.
De este modo, el miedo a los cambios nos dificulta ensayar nuevas propuestas hacia la búsqueda de un mayor bienestar, pues terminamos pensando que nos puede ir peor de lo que estamos. No obstante, cuando la frustración de estar donde estamos supera el miedo, nos atrevemos a intentar cambios para salir de la situación de inconformidad en la que vivimos, hasta alcanzar un nuevo punto de equilibrio, en donde seguir cambiando nos produce más temor que nuestra perspectiva de mejorar la situación en que vivimos.
Así podemos ver como el miedo nos detiene frente a la posibilidad de aplicar cambios que nos permitan alcanzar una nueva etapa en nuestra relación de pareja, inhibiendo la adaptación creativa al contexto siempre cambiante de nuestras vidas.
Baja autoestima
La baja autoestima es una de las principales razones por la que las personas evitan hacer cambios que les permitan alcanzar nuevos niveles de bienestar. En el fondo la baja autoestima nos señala que no merecemos estar mejor de lo que estamos y que más bien debemos agradecer lo que tenemos.
Pensar que no somos capaces de afrontar los cambios, es también una expresión de la baja autoestima, invitándonos a quedarnos donde estamos.
La autoestima se forma desde las primeras interacciones que manejamos con el mundo, de este modo, padres nutritivos que nos ayuden a pesar que sí podemos, que merecemos lo mejor, ayudan a formar personas con un alto nivel de valoración hacia sí mismos, pero nuestros padres también cargan sus propias cruces y sus temores, de manera que si ellos no se valoran a sí mismos, terminarán enseñándonos más con sus conductas que con sus palabras de aliento, por más empeño que le pongan a estas últimas.
Altas expectativas
Así como los bajos niveles de expectativas que promueve la baja autoestima es un factor que incide negativamente en el establecimiento de una sana relación de pareja, también el tener un alto nivel de expectativas en cuanto a las relaciones de pareja, es otro de los factores que afecta de manera negativa nuestra capacidad para establecer un vínculo de pareja sano.
La pareja es una fuente importante de bienestar emocional, un espacio para el crecimiento y desarrollo, pero no es “la fuente” de todo nuestro bienestar ni la responsable de todos nuestros males. Hay un camino interno que recorrer: frustraciones y temores que nos afectan como seres humanos y que no son el resultado de una relación de pareja empobrecida; sin embargo, como muchas veces ocurre, la relación de pareja es lo que tenemos más a mano, por lo que proyectamos y hacemos responsable al otro, de situaciones que forman parte de nuestro ámbito personal, sobrecargando a la relación de pareja con la responsabilidad de brindarnos todo el bienestar que reclamamos.
Estar claros en qué forma parte de la pareja y qué tiene que ver con nosotros mismos, es un factor determinante para establecer un vínculo sano.
Falta de límites
Los límites son un requerimiento esencial para la salud de cualquier vínculo. Cuando no existen límites sanos, la relación se desdibuja y el conflicto se enquista en la dinámica de la relación.
Piensa un momento en los países que no han delimitado bien sus fronteras (límites) y te darás cuenta de que son los más susceptibles a las guerras, es decir, a los conflictos.
En la relación de pareja los límites adquieren una importancia capital, no solo entre los miembros de la pareja, pues cada uno requiere de su independencia, sino además frente aquellos elementos que circundan a la pareja.
Las relaciones familiares y el trabajo (o estudio), son los elementos externos que más afectan las relaciones de pareja, siendo de lejos, los hijos y el trabajo lo que más erosiona la relación ya que, en el caso de los hijos, les resulta muy difícil respetar los límites, mientras que por el lado del trabajo, el temor a perder el sustento, en un contexto de altas demandas económicas, suele ser un factor determinante para permitir que el trabajo invada el espacio y el tiempo de la pareja.
Sin embargo, en otros casos, la insatisfacción en la relación de pareja es la que lleva a involucrar a los hijos, familiares y amigos en una interminable dinámica social, o a sobrecargarse de trabajo para no dejar mucho espacio a la insatisfacción de un vínculo empobrecido, arrinconando de este modo los espacios de la pareja y dificultando, al mismo tiempo, el restablecimiento de un vínculo sano entre los miembros de la pareja.
Rutina
La rutina nos brinda seguridad, pero al mismo tiempo también nos hace sentir insatisfacción.
No todos los seres humanos nos relacionamos igual con la rutina. Hay personas que la llevan bien, pero otros que la llevan muy mal, generando en estos últimos, altos niveles de frustración.
La relación de pareja no escapa del peso aplastante de la rutina, solo que, en este caso, tenemos a mano a alguien a quien responsabilizar, muchas veces en silencio, de la falta de emoción en nuestras vidas, por lo que podemos llegar a pensar que el malestar que se siente es producto de la relación de pareja, en lugar de mirar qué estamos haciendo con nuestras vidas.
¿Nos sentimos satisfechos con el trabajo que hacemos?, ¿Nos divertimos frecuentemente? o por el contrario repetimos constantemente las mismas rutinas como en el mito griego de Sísifo, quien fue condenado por los dioses a subir una pesada piedra por una montaña hasta llegar a la cima, para luego dejarla caer y emprender nuevamente la faena por toda la eternidad. Solo que en el caso de la rutina, a veces esa pesada piedra termina aplastandonos.
Insatisfacción sexual
La insatisfacción sexual es un factor que complica la relación de pareja, pues promueve el conflicto, lo cual a su vez genera mayor distanciamiento sexual, entrando así en un círculo vicioso que como suele suceder, se complica con el tiempo.
Es muy difícil saber qué fue primero, si el distanciamiento sexual o los conflictos de pareja, y lo cierto es que como en cualquier problema sistémico, el buscar la causa raíz puede resultar en un proceso interminable y estéril, pero lo que sí nos ayuda es ponerle energía a la situación, es aplicar cambios importantes en cada aspecto de esta dinámica perversa que puede poner en jaque la existencia misma del vínculo amoroso.
Por otra parte, como una manera de resolver la insatisfacción sexual, muchas veces los miembros de la pareja buscan esa satisfacción fuera de la relación, pudiendo generar dudas sobre el sentimiento que se tiene hacia la pareja, sobre todo cuando comienza a aparecer una fuerte conexión emocional hacia la tercera persona que se involucra en la relación de pareja.
Así mismo, cuando la infidelidad es descubierta (porque casi siempre lo es, sobre todo en este mundo híper conectado), se genera una hecatombe capaz de arrasar con lo poco que queda de la relación de pareja o cuando menos, convertirse en una fuente de conflicto constante que atenta contra la subsistencia del vínculo amoroso.
¿Qué esperar del psicoterapeuta de pareja?
Muchas personas esperan que el psicoterapeuta se convierta en una suerte de juez qué determine quién tiene la razón, e incluso llegan a acariciar la idea de que éste les dirá si la relación tiene futuro o no. Nada más alejado de la realidad.
En principio, el psicoterapeuta no puede ni debe establecer quién tiene la razón, porque de hacerlo, trasladaría sus criterios personales y su forma de ver el mundo a la relación de pareja a la que espera ayudar.
Por otra parte, no debe dictaminar el futuro de la pareja, porque será ésta, con sus acciones, los que determinen si van a seguir juntos o no. Si el psicoterapeuta llegara tan siquiera a pensar que una pareja no puede continuar, seguramente, a partir de ese momento, sus juicios e intervenciones estarán signadas por el prejuicio que se formó, dejando de ser un instrumento para la consecución de los objetivos propios de la pareja, para convertirse en una herramienta con vida propia, quien establece lo que se desea alcanzar con la terapia.
El psicoterapeuta es en sí mismo una herramienta para la pareja, y como tal debe procurar que los consultantes auto evalúen su situación, ayudándolos a iluminar los espacios que ellos no han logrado ver, y promoviendo los cambios requeridos en el marco de su contexto de pareja, con base a sus principios y valores.
En otras palabras, el psicoterapeuta alienta a la pareja para que deje de pelearse con lo que no es, y acepte su realidad conforme se le presenta, ya que solo siendo conscientes del lugar donde están, es que podrán emprender los cambios requeridos para alcanzar el lugar al que desean llegar.
Duración y costo
Al igual que con la terapia individual, es prácticamente imposible predecir el tiempo que puede tomar la terapia de pareja, por cuanto ello dependerá del compromiso, la capacidad de reflexión, la flexibilidad y de los temas y conplejidades que surjan durante el desarrollo del proceso. Sin embargo, en mi experiencia profesional, la terapia de pareja puede llevar entre unas 12 y 24 sesiones (entre 3 y 6 meses), las cuales incluyen tanto sesiones en conjunto, como sesiones individuale. Sin emgargo, a pesar del tiempo que se debe invertir en el proceso, los cambios en la relación deben notarse desde las primeras semanas del trabajo terapéutico, aclarando que este procesos no está libre de altos y bajos, que podría dar la falsa impresión de que no se está avanzado, por lo que hay que tomar en cuenta que los procesos de aprendizaje nunca son lineales, y que recaer en una situación, no implica necesariamente que se echasando para atrás, pues aunque se repita la situación, la misma se aborda con una consciencian distinta.
En todo caso, el objetivo de la terapia de pareja, es lograr el mayor bienestar de los miembros de la pareja, sea esto juntos (que normalmente es el primer objetivo) o separados, ya que el no continuar con la relación también es una alternativa válida y exitosa, cuando los miembros de la pareja no logran alcanzar juntos el nivel de bienestar que ambos merecen.
En cuanto al costo del tratamiento, ello naturalmente dependerá de la duración del proceso y de la frecuencia con que se den las sesiones. En un principio las sesiones tienden a darse de manera ideal con una frecuencia semanal, al menos durante el primer mes de trabajo, para luego, en función de los cambios que se vayan produciendo, se podrán ir espaciando a una frecuencia bi-semanal.
Muchas personas alegan que la psicoterapia es una práctica reservada exclusivamente para personas de alto poder adquisitivo, pero sin embargo, cuando comparamos lo que cuesta el tratamiento psicoterapéutico de un año, con lo que cuesta salir una semana de vacaciones, celebrar un cumpleaños o pagar el seguro del vehículo, nos damos cuenta que no es un tema de costos; sino un asunto de prioridades, y que el beneficio que puede derivarse del trabajo psicoterapéutico, en cuanto a una mejor calidad de vida, bien merece el esfuerzo, siendo su efecto no sólo palpable en nosotros mismos, sino también en quienes nos rodean.
Testimonios
“A veces las cosas no son como queremos y hay que aprender a aceptar esa realidad.
Asistí a las terapias porque creí que mi esposo tenia un problema, y quería mejorar mi relación de pareja como fuera, lo intenté todo pero luego comprendí que no debía tratar de cambiarlo, y que, aunque de manera distinta, los dos teníamos un problema.Y luego vi que simplemente tenía dos opciones: o aceptarlo 100%, dejar de juzgarlo y de tratar de cambiarlo o seguir mi camino sola.
No hay puntos medios cuando las soluciones la busca una sola persona, no hay puntos medios cuando uno ve que hay un problema y el otro siente que no, las relaciones de pareja son de dos. Así que tomamos la decisión de separarnos y de verdad hoy me siento plenamente convencida de que fue una buena decisión fueron 8 años de muchos desacuerdos
Estoy trabajando en mi misma, feliz satisfecha, plena y agradecida por esa persona que paso por mi vida y dejo muchas enseñanzas y agradecida porque conocí una persona que hoy me acompaña.
Comparto con ustedes este link”
“Cuando fui al consultorio de Melvin, fui por dos razones: Una, la pérdida de mi hijo y, la otra, la separación de mi expareja. Fueron dos golpes duros en mi vida, por lo cual me bloqueé y me encerré en mi misma. No me atrevía a tener otra relación con ningún otro hombre porque pensaba que todos los hombres eran iguales y me engañarían también, hasta que un día, una gran amiga, quien asistió y sigue asistiendo a las terapias de Melvin, me lo recomendó y fui. Desde la primera terapia sentí alivio en mi corazón y en mi alma, y comencé a ver la vida diferente. Me permití tener una relación, la cual no funcionó y la corté. En este momento tengo otra relación y gracias a Dios y los consejos de Melvin me he dado oportunidades en mi vida amorosa y aprendi que el que se cae tiene que levantarse y seguir en la vida.
Respecto a la partida de mi hijo, les puedo decir que ya puedo hablar de mi hijo sin llorar, recordarlo sin tener rabia ni rencor, ya puedo cargar y besar a otros niños
Gracias Melvin.»
“El miedo a estar sola sumado a mi creencia de que todos los hombres eran iguales, me mantuvo en una relación tóxica de largo aliento, con hijos en el medio. Las terapias me ayudaron en primer lugar a combatir el temor de estar sola, de sentirme una mujer completa en lugar del apéndice de un hombre, permitiéndome superar mi relación para luego encaminarme a nuevos rumbos. Las películas, ejercicios, y lecturas que leí durante y después de la terapia, me sirvieron un mundo.”
Contrato terapéutico
Tanto la participación activa y honesta como la asistencia puntual y regular a las sesiones de psicoterapia, son elementos claves en el proceso psicoterapéutico. Sin embargo, no estamos exentos de compromisos y vicisitudes que pueden dificultar la asistencia a las sesiones, pero ante esta posibilidad, ambas partes están en la obligación de comunicarlo, mediante llamada telefónica, con no menos de 4 horas de anticipación, ya que de lo contrario, el costo de la sesión deberá ser cancelado, en el caso del consultante, o compensado con una cita gratuita, si la falta ocurre por parte del terapeuta.
En relación a la confidencialidad, todo el material tratado en las sesiones será absolutamente confidencial, siendo su divulgación únicamente permitida con propósitos formativos o para buscar asistencia profesional, haciéndose necesario proteger la identidad del consultante. Tampoco está permitido efectuar ningún tipo de grabación durante las sesiones, salvo que se otorgue permiso expreso para hacerlo
claves de éxito en el proceso psicoterapéutico
Confianza
Es fundamental sentir confianza hacia el profesional que te atiende.
Compromiso
Comprometerse con el proceso más allá de las resintencias a las que podamos enfrentarnos.
Honestidad
La sinceridad es esencial. Mentir u ocultar situaciones impide que el proceso marche apropiadamente.
Interés
Sentir interes en las sesiones y realizar las actividades que se deriven de éstas.
Sentido crítico
El terapéuta no es un gurú, por lo que debemos mantener un sentidio crítico para tomar lo que nos sirva.
Constancia
Los cambios profundos requierde de tiempo, por lo que ser constantes y perseverantes es clave en proceso.
Preguntas frecuentes
¿Es realmente efectiva la psicoterapia?
A pesar de que desde hace más de 30 años, exactamente en 1986, la Universidad de Cornell, en los EEUU, organizó el primer servicio para brindar ayuda psicoterapéutica profesional en línea, en realidad no me ha sido posible encontrar una buena base estadística para soportar la efectividad de la psicoterapia online. Sin embargo, distintas organizaciones profesionales alrededor del mundo, como la International Society for Mental Health Online, de la cual formo parte, el Telebehavioral Health Institute y la American Psychological Association, afirman que la efectividad de las terapias Online, son similares a las terapias presenciales.
En mi experiencia profesional, he atendido a casi 50 pacientes a distancia durante los últimos 6 años, desde lugares tan distantes como Australia, Tailandia y Japón, pasando por Inglaterra, España, Italia, Alemania, Francia, Noruega y Holanda, y en América, desde Canadá hasta Chile, pasando por EEUU, México, Costa Rica, Panamá y Colombia; obteniendo, en mis intervenciones, la misma tasa de resolución que obtengo en mi terapia presencial, la cual está en el orden del 75%.
Por otra parte, cabe señalar que el 95% de mis pacientes a distancia, crecieron en Venezuela, lo cual estimo que se debe a que a los pacientes les resulta más cómodo interactuar con un coterráneo, quien maneje sus mismos códigos lingüísticos y culturales; no obstante, ello no implica que exista algún tipo de limitación para atender a un paciente oriundo de otras latitudes, como efectivamente he realizado a lo largo de mi vida profesional, con similares resultados de los que obtengo con los venezolanos, pues las técnicas empleadas son similares, y han sido efectivamente probadas en todo el mundo en una diversidad importante de situaciones, mas debo reconocer que aún no poseo una base estadística que me permita corroborar estas apreciaciones.
¿Necesito tener una computadora para hacer la terapia online?
No necesitas disponer de una computadora para tener tu cita online, de hecho, solo te hará falta contar con un equipo que permita sostener una conexión de datos, donde también se incluyen, además de las computadoras, las tablets y los teléfonos inteligentes. De hecho, más importante que el equipo en sí mismo, es la velocidad y la estabilidad de la conexión con la que cuentes.
Si vas a utilizar equipos móviles para realizar tus sesiones, procura que si no se conecta a una red wi-fi, entoncen trabaje con tecnología 4G, también conocida como LTE. En el caso de los teléfonos inteligentes, normalmente verás en la parte superior el tipo de conexión de datos eslablecida.
¿Que tipo de conexión a Internet requiero?
Puedes utilizar una conexión de datos superior a 1 MBPS, y mejor aún si está entre 2 y 4MBPS.
Por debajo de 1 MBPS es muy difícil sostener una video llamada. En esos casos, las sesiones pueden efectuarse mediante llamada de voz, prescidiendo de la imagen. Ciertamente no sería la condición ideal, pero las sesiones pueden ser tan efectivas como en el caso de las videollamadas. De hecho, hay personas a quines les resulta más cómodo sostener llamadas de audio, pues no tienen que preocuparse por su atuendo ni apariencia.
¿Es imprescindible contar con audífonos?
Puedes sostener tu sesión de psicoterapia sin necesidad de tener audífonos, de hecho, cuando se tienen sesiones con más de una persona (terapia de pareja o familiares) se prescinde del uso de audífonos para favorecer la escucha entre los pacientes. No obstante, en el caso de las sesiones individuales, es altamente recomendable contar con audífonos pues favorecen la concentración y le brindan mayor confidencialidad a las sesiones de trabajo.
¿Debo necesariamente tener una cuenta Skype para hacer terapia online??
No es impresindible tener una cuenta Skype, ya que podemos funcionar con otras plataformas de video llamdas como Whatsapp (FaceBook), FaceTime (Apple), Hangouts (Google) o Zoom; sin embargo, en mi experiencia Skype es la plaforma gratuita de video-llamadas más estable y eficiente que existe, por lo que recomiendo que las sesiones se realicen a través de Skype.
Así mimos es importante destacar, que cuando las conexiones no son óptimas, es preferible realizar las sesiones de terapia online, con llamadas de audio (sin incluir video), ya que es justo el video lo que tiende a ocupar mayor ancho de banda y a comprometer la estabilidad y desempeño de la plataformas.
¿Puedo grabar las sesiones de trabajo?
No está permitido para ninguna de las partes (paciente ni terapeuta) la grabación de las sesiones de terapia, pues ello le restará espontaneidad a las mismas. Sin embargo, podrás tomar notas siempre que ello no afecte la fluidez de la sesión.
¿Puedo celebrar sesiones de terapia de pareja o familia a distancia?
Efectivamente es posible realizar sesiones de pareja o familia a distancia, incluso estando los participantes en distintas localidades. Lo que sí es importante saber, es que para sesiones grupales en distintas ubicaciones, se requerirá que cada uno de los participantes, posean una conexión superior a los 4 MBPS.
¿Se manejará confidencialmente la información que le suministre al terapeuta?
Llevo a cabo tareas para proteger toda la información que mantengo de los pacientes, con a seguridad razonable de manera que no pueda ser sustraída de mis equipos de computación, ni del servidor que brinda alojamiento a este portal; no obstante, vale la pena aclarar que en la práctica resulta imposible mantener un nivel total de protección sobre los datos, ya que todos estamos expuestos a ser blancos de hackers que puedan irrumpir en nuestros sistemas de seguridad; sin embargo, tales riesgos son bastante bajos.
Contáctame
Teléfono (Whatsapp/FaceTime)
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